Diferencias entre un equipo de filtración automático y uno manual en una explotación agrícola
Cuando el propietario de un sistema de riego se encuentra ante la tarea de decidir qué tipo de equipo de filtración requerirá su explotación agrícola, se puede encontrar con dos tipos: automático o manual. ¿Cuál es la diferencia entre ambos?
Para poder ayudar a un propietario o usuario a elegir qué equipo de filtración será más adecuado para su sistema, hay que tener en cuenta varios factores. El propietario o usuario ha de saber las características principales de su explotación agrícola, el nivel de exigencia requerido para su funcionamiento, y la inversión que desea hacer. Además, tendrá que tener en cuenta aspectos como los agronómicos, económicos y ecológicos.
Diferencias entre un equipo automático y uno manual
Autonomía:
En este apartado, nos referimos al proceso de autolimpieza que el sistema debe llevar a cabo.
En los sistemas automáticos, este proceso se realiza de forma autónoma. Se realiza tras haber alcanzado el intervalo de tiempo/valor de diferencial de presión programado. Además, no depende de ningún personal de operación.
En los sistemas manuales, sin embargo, son necesarias inspecciones frecuentes para saber el estado del medio filtrante, y no se tiene certeza exacta de cuándo se debe hacer una intervención ni de los valores de diferencial de presión en cada limpieza. Además, depende de la disponibilidad del personal.
Efectividad
En este apartado, nos referimos a la efectividad limpieza del medio filtrante.
En los sistemas automáticos, los filtros necesitan que la instalación tenga un valor de presión de operación igual o mayor a un valor mínimo. Este valor depende de cada modelo de filtro, por lo que es necesario conocer bien el sistema.
En los manuales, esta efectividad en la limpieza depende enteramente del personal de operación.
Frecuencia
En este caso, nos referimos a la frecuencia de limpieza del elemento filtrante.
En los sistemas automáticos, la frecuencia depende de la calidad del agua disponible, las características del medio filtrante y el criterio de dimensionado seleccionado. Este último determina el caudal unitario que se asigna por unidad de superficie filtrante.
En los manuales, la frecuencia de limpieza viene determinada por las mismas condiciones de los automáticos, y por la efectividad de la limpieza del personal de operación.
Presión diferencial
En una instalación de campo, la fase de riego necesita que el suministro de los valores de presión nominales sea continuo. La fuente de suministro de las necesidades hidráulicas debe proporcionar lo requerido por la instalación y lo establecido como nominal, además de los consumos previstos.
En los sistemas automáticos, los valores de diferencial de presión en la fase de filtración están en un intervalo con valores máximos conocidos (que suelen ser 0,1-0,5). En este tipo de sistemas se puede destacar que el consumo energético del proceso de filtración es muy reducido.
En los sistemas manuales, los valores de diferencial de presión en la fase de filtración están entre un intervalo cuyos dos extremos están condicionados por la efectividad de la limpieza manual del elemento filtrante, y el valor máximo de presión que alcanza el sistema. En este tipo de sistemas se puede destacar que la uniformidad de la aplicación del agua de riego dependerá de las labores de limpieza del medio filtrante, y que estos medios se pueden dañar si se alcanzan diferenciales de presión muy elevados o si no se limpian manualmente de forma adecuada.
Así, hay que tener en cuanta bastantes factores y conocer a fondo la instalación y sus necesidades para elegir un sistema automático y manual, y las ventajas que suponen para el objetivo que se busca.
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