¿Qué es el ciclo integral del agua?
Día a día hacemos acciones como abrir un grifo o beber un vaso de agua sin prestarle demasiada atención ni preguntarnos de dónde sale esa agua. El ciclo integral del agua es el que nos permite realizar estas tareas tan sencillas, y sigue una serie de etapas que conforman un ciclo.
En AEGRA somos especialistas en la gestión integral del ciclo del agua, desde la captación, tratamiento y vigilancia de la calidad del agua, su transporte y distribución, así como el saneamiento y depuración de las aguas residuales antes de ser reutilizadas o devueltas al medio natural. Es decir, nos ocupamos de todos los procesos orientados a una adecuada gestión de los recursos hídricos y a la correcta conservación del medio ambiente.
El ciclo comienza con la captación del agua y su potabilización, pasando a su distribución y finalmente a su recogida y depuración. Así, vuelven a la naturaleza de donde proceden y se termina el ciclo, para volver a empezar.
Pero, ¿Cuáles son esas etapas?
– Captación del agua
La primera etapa consiste en captar de la naturaleza el agua necesaria para abastecer las necesidades de los seres humanos, tanto para uso doméstico como en lugares públicos.
Se realiza de diferentes formas: en aguas superficiales (embalses, cursos de agua, etc.), o desde aguas subterráneas (como pozos).
Además, se puede usar el agua que ya ha sido usada mediante procesos de reutilización, como puede darse en el riego de espacios verdes o en la limpieza de nuestras calles.
– Tratamiento
Esta etapa busca convertir el agua llamada bruta o cruda en potable. Para estos tratamientos que permiten que el agua sea adecuada para el consumo, contamos con Estaciones de Tratamiento de Agua Potable o plantas potabilizadoras.
– Almacenamiento
Este proceso consiste en transportar el agua hasta depósitos urbanos conectados a la red de abastecimiento. Así, se asegura un suministro de agua potable continuo y controlado. Además, en el caso de que hubiera un excedente de agua, es decir, más de la necesaria para abastecer a la población, se asegura su disponibilidad.
El agua se almacena en depósitos gracias a los cuales se realiza el suministro necesario, a través de instalaciones de bombeo o con el uso de la gravedad.
– Distribución
La distribución del agua se hace a través de dos escalas de redes: en alta o en baja. La red en alta se encarga de la abducción y distribución del agua necesaria desde las plantas potabilizadoras hasta la entrada de la población en cuestión. Después, la red en baja se encarga de distribuir el agua hasta cada domicilio.
– Saneamiento
En esta etapa, el agua residual es recogida por la llamada red de saneamiento, que recoge y transporta el agua desechada desde los domicilios hasta las plantas de depuración.
– Depuración
Esta agua recogida por la red de saneamiento pasa a las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales para obtener un tratamiento. Así, mediante distintos procesos, se eliminan los contaminantes perjudiciales para la naturaleza, y se permite su retorno a la naturaleza.
De este modo, el agua vuelve a la naturaleza o se puede reutilizar, haciendo que el ciclo se cierre para volver a ponerse en marcha.
El agua es un recurso escaso que hay que gestionar de manera responsable para asegurar un abastecimiento ininterrumpido que permita satisfacer la demanda. Por eso, AEGRA apuesta por la innovación, la optimización de recursos y la eficiencia hidráulica como mecanismos para garantizar el suministro.
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